12 Sep Proyecto de implementación de tecnología de escaneado e impresión 3D, a partir del diseño de una prótesis transtibial de bajo coste

El proyecto surge en 2019 por una necesidad detectada por la comunidad de Carmelitas Descalzas, que tienen como misión la antigua Leprosería de Dibamba (a las afueras de Duala, Camerún), un centro hospitalario que tiene que atender muchas enfermedades y problemas de salud, sobretodo de población muy pobre. Uno de los mayores problemas de salud es el que provoca la diabetes, provocando problemas de pie diabético, llegando en muchos casos a la amputación.

Se conecta con la Universitat Politècnica de València (UPV) a través de la red Española de Creación y Fabricación Digital (CREFAB) y se ponen en marcha dos vías de trabajo, primero para buscar financiación de los equipos necesarios que se seleccionarán, y por otro lado, la de implementar dicha tecnología a partir del diseño de una prótesis transtibial de bajo coste.

El proyecto se presentó a la Fundación de Religiosos para la Salud a través del Centro de Cooperación al Desarrollo de la UPV, y el equipo del profesor Manuel Martínez Torán puso en marcha la iniciativa, en base a su experiencia en proyectos de cooperación con estas tecnologías (AECID 2018-19, Guatemala). La apuesta económica tuvo su respuesta a través de la Fundación Barceló y el trabajo técnico junto la investigación se empezó a desarrollar desde la UPV.

Para el desarrollo de la prótesis se analizaron varios aspectos, ya que el proceso implica la personalización de la misma según la amputación del paciente. Esta personalización (basada en el socket que recoge el muñón) y la nivelación (según la altura de la persona), parte de un escaneado 3D del muñón y de la impresión 3D del socket y gran parte del conjunto de la prótesis. Para su escaneado se contó con la empresa IT3D, desde la que Antonio Carbonell ha participado asesorando y formando al equipo sanitario en materia de escaneado, y de Gianluca Owen, de la empresa Lowpoly, experto en sistemas y materiales de impresión 3D, especialmente de las máquinas Wasp, una de ellas industrial, que se han instalado en el Centro de Prótesis. Respecto al equipo que ha participado desde la universidad coordinado por el profesor Martínez Torán, tenemos a María Alonso, profesora de la Universidad de Cádiz (que ha desarrollado su investigación en la UPV alrededor del diseño de la prótesis y facilitó los ensayos necesarios para asegurar el análisis de cargas con el laboratorio de mecánica de su universidad); Cristóbal Jiménez (alumno del Master de Fabricación Digital de la UPV); Inma López (alumna del Master de Bioingeniería de la UPV); Carmen Martí (alumna del Master de Ingeniería del Diseño) y Rafael Mölk (alumni de la UPV, con experiencia como técnico de laboratorio en la ETSI Diseño). Estos dos últimos, han sido los que han llevado a cabo la implementación de la tecnología y del proceso de creación y fabricación de la prótesis, durante una semana, en la Leprosería el pasado mes de Septiembre.

Inicialmente se preparó una formación on-line desde Valencia con el fin de poder consultarla de manera recurrente por el equipo sanitario encargado del Centro de Prótesis. Paralelamente, se formó al equipo de trabajo valenciano en el proyecto a desarrollar en Camerún. Antes de viajar, se reunió el material y herramientas necesarios para realizar el ensamblaje de las prótesis previendo los posibles problemas de suministros que pudieran encontrar en Camerún.

El día 4 de Septiembre viajaron a Camerún Carmen y Rafa, que lo primero que hicieron se dedicaron a instalar las máquinas, se revisó el inventario de materiales enviados y empezó la puesta en marcha del taller de impresión 3D. Los primeros días se centraron en la formación sobre diseño, escaneado y preparación de archivos para imprimir en 3D. La formación se realizó a caballo entre el equipo enviado y las personas que intervinieron de todo el equipo que, desde España, les dieron apoyo mediante la organización de diferentes videollamadas y material audiovisual.

Paulatinamente se fueron introduciendo prácticas de diseño, escaneo e impresión 3D para ir afianzando los conocimientos que el equipo sanitario iba adquiriendo. Al mismo tiempo, se configuraron y probaron las máquinas hasta conseguir que las impresiones fueran funcionales y se fue adaptando el diseño a los cambios provocados por las dificultades de suministros.

La predisposición de los pacientes junto con la coordinación de la hermana Pascale y el equipo sanitario, provocó un clima cercano de cooperación desde el primer día; por lo que se pudo trabajar con pacientes reales y aprovechar al máximo el tiempo de formación y trabajo.

Actualmente se mantiene el contacto entre el equipo formativo español y el equipo sanitario de Duala con el que se intercambian éxitos y fracasos, dando así continuidad al desarrollo e implementación de las prótesis. Esperamos en breve poder desarrollar un nuevo modelo de prótesis (transfemoral), consolidar y validar todo el proceso, y finalmente poder replicar en otros contextos de cooperación en salud esta experiencia.